[?]. regular. Entonces, de este modo Tirando. En la mierda Como el burro. Seo linn / Aquí voy. Nos encontramos aquí. Podría ser mejor.
En el último mes me pasaron varias cosas, o quizás no tanto, pero se han juntado ciertas cosas que me pusieron muy sensible, fatigada ahora ocasiones realmente triste. Esto me sorprendió al ver, con sorpresa, de qué manera absolutamente nadie o prácticamente absolutamente nadie -sin generalizar- te deja atravesar ocasiones de cansancio o melancolía o, explicado de otra forma, tristeza.
Creo que solamente nos dejamos decir y que nos administran el resto es en el momento en que mencionamos que nos encontramos cansados; pensamos en una reunión, donde todos semejan estar en exactamente la misma página y se les deja decirlo. El inconveniente hace aparición en el momento en que mencionamos “estoy triste”, “no doy mucho más” y tantas otras que detallan nuestra puerta de inseguridad. Es afín a lo que pasa con el llanto, que comentamos en otras oportunidades; No puedes plañir y no puedes decir «soy malo».
El inconveniente de no expresar nuestros sentimientos
En el momento en que somos totalmente inútiles de poner en expresiones lo que sentimos, esos sentimientos se apoderan de nosotros. El no poder exteriorizar todo nuestro mal o alegría, nos divide irremisiblemente del resto, y nos aísla de nosotros. Es como crear muros entre nosotros y el resto, en el momento en que debemos comunicar nuestras experiencias, experiencias y sentimientos con esas personas que siempre y en todo momento están junto a nosotros.
Terminantemente somos capaces de percibir a otra gente y entender todo cuanto les pasa. Conocemos tus sentimientos y conmuevas, pues los hemos vivido y sentido. Entonces, tal como somos capaces de percibir a el resto y comprenderlos, debemos dejar que el resto nos comprendan y sepan todo lo que pasa en nosotros. No hay nada de malo en comunicar nuestros sentimientos. A la inversa, es un hecho liberador y terapéutico.
4- Ya que no me puedo lamentar (o no me puedo lamentar):
Ni bien ni mal, eres habitual. Las cosas no están mal, pero se aprecia algo de rutina.
Alguno de estas formas optimistas de decir que andas realmente bien.
En ocasiones prestar atención a eso que esa persona debe decir es una señal de aprecio. Somos seres sociales y pese a nuestras diferencias, siempre y en todo momento nos encontramos agradecidos de tener alguien en quien confiar. Si deseas probarle a esa persona cuánto la amas, es esencial que prestes atención a sus sentimientos y inconvenientes.
Siempre y cuando consigas procura que el el día de hoy sea diferente al ayer. No existe nada que logre realizar mucho más feliz a alguien que percatarse de que piensas en ellos.
¿Cómo te encuentras?
No debemos olvidar preguntar a el resto de qué manera se sienten. Si deseamos comprender de qué forma son, tenemos la posibilidad de emplear:
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