Qué es el principio de cancelacion

Adm. Derecho del titular de los datos personales a llevar a cabo cesar por el responsable del régimen dicho empleo o régimen a través de su cancelación o supresión física, particularmente en el momento en que sean imprecisos o incorrectos o por el momento no sean precisos para la intención que fueron recogidos.

“Voy a romper tus fotografías, quemaré tus cartas”. La mosca tsetsé, ‘No regresar a verte’

En los últimos 2 o tres años, el término «cultura de la cancelación» ha popular una indiscutible efervescencia. Antes de eso, el término no parecía importarle a absolutamente nadie; hace diez años no parecía existir. El día de hoy, no obstante, comentaristas y especialistas sostienen que la «cultura de la cancelación» pone en riesgo instituciones tan fundamentales para la civilización humana como la literatura, la independencia de expresión y las fantasías animadas de ayer y de el día de hoy. ¿De qué forma y cuándo ocurrió una tremenda debacle cultural que amenaza nuestros mucho más sagrados principios?

Conclusiones: ¿de la virtualidad a la práctica?

De lo visto previamente, la primera conclusión que sacamos es que el eliminado como fenómeno es inseparable del chato digital, tanto por su origen como por la difusión de prácticas en los campos digitales. Varios académicos coinciden en que Twitter, por tener un elevado número de audiencias y por los altos escenarios de difusión de contenidos que tiene, es la comunidad donde se generan la mayor parte de los “eliminados”.

No obstante, ¿se dan las condiciones a fin de que la civilización de la cancelación dé el salto del campo digital a las prácticas “diarias”? Primero, merece la pena aclarar que más allá de que la utilización de las comunidades es precisamente una parte de nuestra vida diaria como humanos del siglo XXI, en el momento en que hablamos a algo «diario» nos nos encontramos refiriendo a las situaciones de nuestras vidas que suceden fuera del campo digital, o sea, frente a frente

El derecho al olvido

El derecho al olvido es el derecho de todo ciudadano a que se supriman sus datos de un espacio de almacenaje concreto. Asimismo se conoce como derecho de supresión o eliminado y está amparado por el producto 17 del RGPD.

Establece que, en ciertas situaciones, un individuo puede pedir al controlador de datos (comunmente una compañía) que suprima su información personal o que no permita el procesamiento posterior de esa información. El derecho de supresión se aplica en el momento en que:

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